Catedral de Monreal
En el interior de la Catedral de Monreal, proveniente del arte normando, se encuentran impresionantes mosaicos sobre un fondo de pan de oro que cubren toda la estancia. Esta catredral se construyó entre los años 1172-1267 d.C por Guillermo II de Sicilia y está situada a unos 2 km. al sur de Palermo.
La arquitectura normanda consiste en un estilo románico creado por los normandos, que ejercieron su influencia entre los siglos XI y XII. Crearon simultáneamente un gran conjunto de castillos y fortificaciones, pero también realizaron monasterios, abadías, iglesias o catedrales. La arquitectura normanda en Sicilia incorpora numerosas influencias, como la bizantina, reflejada en losas de mármol dispuestas en las paredes o revestimientos de mosaicos con fondo dorado.
La catedral es famosa por los impresionantes mosaicos dorados policromados que cubren todo su interior, en los que se pueden contemplar escenas tanto del Antiguo Testamento, como del Nuevo Testamento.
Tienen una postura algo hierética aunque tratan de expresar movimiento, como se puede apreciar en los brazos de los personajes. El mosaico a comentar refleja el momento en el que Jesucristo expulsó a los mercaderes del templo de Jerusalén. La Catedral de Monreale es de planta basilical de cruz latina, y posee tres naves, en una de estas naves laterales se encuentra el mosaico en cuestión.
En la construcción de la catedral también aparecen reflejadas influencias del arte árabe, algo que no sorprende ya que antes de la invasión normanda dominaba la isla, también se encuentran infuencias góticas y bizantinas. Estas fusiones se pueden apreciar también en la fachada. Allí, la entrada está flanqueada por dos grandes torres propias de las construcciones defensivas normandas. Y en cambio, en el centro de la fachada y sobre el pórtico con arcos de medio punto, se pueden ver otros arcos más ornamentales, entrelazados y de forma apuntada, que responde a la influencia islámica. Los normandos destacaron por el uso de un modelo caracterizado por los arcos redondos y por sus proporciones masivas.
La Catedral de Monreale también fue una abadía, y actualmente únicamente ha llegado intacto hasta nuestros días su claustro. Dicho claustro se apoya en numerosas columnas decoradas y rematadas en capiteles muy trabajados. Sobre estos se apoyan unos arcos que reflejan una fuerte inspiración árabe. Las cuatro galerías del claustro se abren con arcos apuntados, que están sustentados en columnas geminadas, algunas de las cuales se encuentran decoradas con mosaicos o con decoración de motivos geométricos.
La disposición iconográfica de los temas expresados que decoran el espacio del templo se encuentran jerarquizadados, según el grado de relevancia teológica de los mismos.